Un diario íntimo, de periodicidad visceral, para los perseguidores del elusivo arte literario.

martes, diciembre 13, 2005

Pasividad del arte

A favor de la pasividad del arte: tu silencio es pura literatura.

lunes, octubre 24, 2005

Indagación de los días

La indagación de los días es un salto en el abismo, en el que mi único miedo es no encontrarme con tus ojos del lado allá de la pirueta.

jueves, septiembre 15, 2005

“Un pintor que pintara angelitos de mi pueblo”


Han hecho un alto en sus tareas escolares para atender al lente de la cámara, o a lo que haya llevado allí al fotógrafo. Aunque parecen más bien estar echando un vistazo al futuro, para no perderle la pista.

Fotografía: Orlando D’Elia.

martes, agosto 30, 2005

Ella, el circo

Mi novia me ha llevado al circo
y me he fastidiado.

Y es que ignora que el verdadero circo, para mí, es ella.

Pero no ese donde menguan los animales exóticos,
donde maromeros, payasos y enanos sacan la plana,
y el domador de leones mata el tigre.

Ella es un circo como los de antes,
donde los artistas se juegan la vida con balas y dagas de verdad,
donde la magia asombra con un sencillo mazo de cartas
y los pasteles vuelan por doquier.

A las puertas de este circo una gitana adivina el futuro.
Sin consultar, le entrego una moneda.

Junto a la pista central,
me arrellano a comer cotufas y algodón de azúcar.
Aplaudo y río como un niño.

La certeza de un espectáculo distinto cada día.

lunes, agosto 29, 2005

Primavera

Hay una mujer que cuando la miras, ves un jardín.

Una mujer palmera
que enamora en lo alto
a una jirafa alucinada.

Como a la pintura de Botticelli,
a esta mujer las flores se le caen de la boca,
como los besos de los labios...

Esta mujer es una selva perdida en la ciudad,
un infundio germinal,
un frenesí de estragón y otras hierbas aromáticas.

Esta mujer es la primavera.

martes, agosto 23, 2005

Lo prometido

'Prometido' se llamaba el perro de Juan Félix Sánchez, artista famoso que fue de El Tisure, en los Andes venezolanos. Cachorro, y aún sin nombre, le había sido ofrecido a Juan Félix por un viejo compadre: '¡En el rancho le tengo el perro 'prometido'!', le gritaba nomás ver a Sánchez.

Atento y preocupado debía parecerle a Juan Félix su compadre, quien no sólo lo obsequiaba con un precioso 'Mucuchíes', sino que también le ahorraba el trabajo de buscarle nombre.

sábado, agosto 20, 2005

Embelesos y embelecos

Pocos días hace, padecí un hallazgo inopinado: mi primer amor.

Esta sentencia, de veracidad discutible, difícilmente constituye una evocación recurrente en mi vida, aunque tenerla en ese juicio facilitará el ejercicio discursivo que me propongo.

Las imágenes corresponden a una época que, sin demasiado amor propio, llamaré mi 'período gris'. Imaginen un prospecto de adolescente más gracioso que bien parecido y de natural retraído descubriendo, a sus tempranos diez años, el deseo sensual que le produce la figura de una precoz condiscípula.

Ella, de cuyo horrísono nombre no quiero acordarme, persiste en mi memoria con un único atuendo, compuesto escasamente de dos prendas. Una franela blanca y un short azul de lycra barata: el uniforme de gimnasia. Un día a la semana aquel hosco y excesivamente tímido jovencito advertía cuán diferente se mostraba esta niña del resto de sus compañeras, y notaba también cuán atractiva le resultaba esa diferencia, evocándola noche a noche los seis días restantes. El enamoramiento, como es de suponer, nunca fue conocido por ella, cesando sin mucho trauma con el año escolar.

Los bordes de estas imágenes se diluyen en otros recuerdos y no me es posible precisar nada más de este primer amor, salvo diciendo que aquella pasión pocas veces fue superada en los años siguientes.

¿Cómo decir ahora, cuando por casualidad la he vuelto a ver, que mi recuerdo se aviene arduamente con su condición actual? Enfrentada a la voluptuosa estampa que de ella alimenté en el tiempo se opone ésta de hoy, insospechada y desoladora; la de una niña apenas más desarrollada que el bebé que lleva en brazos.

jueves, agosto 18, 2005

Ellos hacen poesía

Mientras la amada espera en su estancia el cortejo del amado, hace poesía...

Se abandona a la lluvia matinal; las gotas prendidas de su piel son poemas que la acarician, como las manos de su amado suelen acariciarla a ella.

Ella es un poema como esos que le gusta escribir a su amado, como esos que a ella le gusta que él le escriba. En ese instante, su amado se detiene a recoger una flor del camino pensando que a ella, esta vez, no le importará que él no haya podido escribir ningún poema.

jueves, agosto 11, 2005

Sobre la identidad de Frank Harris

Habría que comenzar diciendo quién es Frank Harris.

Fue, el viejo Frank, se me ocurre, un 'aventurero del placer'. Siendo casi un niño, se metió de polizón en un barco para surcar el Atlántico y llegar a la 'tierra de las oportunidades'.

En Norteamérica realizaría múltiples actividades, las que luego vertiría en una singular autobiografía: Mi vida y mis amores.

El carácter de esta obra lo presagian las tapas rosadas que identifican la colección La Sonrisa Vertical, de Tusquets. Lo que nos relata Frank de su vida, pero especialmente de sus amores, presta un tono de sensual intensidad a la obra. La ardorosa descripción de veinte o treinta menage (a deux, a trois, a quatre...) me forzaron a profundizar en su lectura con más seriedad que la que inicialmente permitía la efímera soledad del hogar.

A hurtadillas siempre, repasaría los pasajes eróticos pero también los otros, los que aludían a otra vida, menos fantástica, desde luego, pero cuyos matices hallaban correspondencia en mi cotidianidad.

Esta lectura, lo comprendería luego, habría de convertirme en un lector.

viernes, julio 29, 2005

Para inaugurar el blog

Hoy estoy con un dulce aburrimiento, como Benedetti, con una rabia hecha para otra ocasión. Viejo sabueso, he perdido el olfato para rastrear las señales con las que el día tienta. La calina en la ciudad me pone de mal humor, como a una morsa en el zoológico.

En días así termina uno por cometer alguna tontería.

Acerca de mí